Tiempo de lucha gremial en Neuquén. Los trabajadores de la educación y de la salud de la provincia estábamos enfrascados en lograr a través de la movilización respuestas que mejoraran las condiciones de trabajo.
En la asamblea docente la discusión estaba caldeada. Varios maestros opinaban sobre la modalidad del paro a realizar. Nadie discutía la legitimidad del mismo. Porque ya había quedado atrás la discusión salarial y de condiciones de trabajo. La represión policial de la marcha docente hizo que se superaran todas las diferencias existentes hasta el momento.
– Yo creo que habría que hacer paro con concurrencia al lugar de trabajo. Porque de ese modo nos juntamos en asamblea permanente y hablamos sobre la situación. Eso de paro y quedarse en la casa no va conmigo.
– Yo no estoy de acuerdo. Creo que no hay que venir a la escuela porque así se diferencia claramente quien hace paro y quien no porque hay muchos que vienen y dicen que paran y siguen trabajando.
– La cosa se le complica a Rodolfo. Como director le exigen que informe quienes se adhieren al paro pero él no lo hace. Lo cierto es que como no hay información desde educación nos descuentan a todos, hagamos o no hagamos paro.
Todo un tema el presentado. Rodolfo, el director, era muy querido y respetado por todos los compañeros. Pero era también tozudo como pocos. Y no había forma que flexibilizara su posición. Que suponía una definición personal de entender la lucha.
Entonces fue que apareció Viviana Vaca la trabajadora social de la escuela especial.
Reconocida por su operatividad, con intensa trayectoria comunitaria, referente en el tema de la prevención y asistencia de la violencia familiar, fundadora de la red interinstitucional local y otras muchas cosas más.
Pero Viviana también tiene otras características. Es muy conocida por estar con varias cosas a la vez, demandada por diversos lados y nada dispuesta a negarse a lo que oliera a social.
Por ello si bien participaba en la asamblea docente, recibió un llamado por el celular.
– Hola Vivi. Soy Celia, y estoy necesitando que vengas urgente. Tengo en guardia una nena posiblemente abusada acompañada de su mamá y maestra. Y no quiero verla sola.
El llamado de la médica de guardia era inquietante. Complicada para variar, necesitaba una definición rápida para responder a las dos importantes y urgentes situaciones.
Por ello, tratando de operativizar la definición docente, y con su habitual energía propone enfáticamente:
– Eso no puede ser ningún problema. De última Rodolfo lo que tiene que hacer es no informar quienes faltan sino solamente quienes concurren.