Las mochilas de la vida

Daniel Gómez era el psicólogo del Hospital de Río Colorado.

Con su estilo cansino aunque frontal pleno de buena onda, dejó su huella en el lugar.

Uno de los espacios en que operó era el de alcoholismo.

Don Recargado Benítez, reconocido buen albañil y vecino del pueblo, era uno de los habituales
miembros de las reuniones del Grupo de Rehabilitación. Serio, circunspecto, de pocas palabras, el
hombre sin embargo no faltaba nunca.

Diálogo de titanes al cruzarse aquella tarde en la plaza del lugar:

– Hola, don Recargado. Buenos días. Cómo dice que le va ?

– De a poco mejorando. Mañana nos vemos en el grupo.

– Me alegra que esté tratando de ayudarse.

– Es que el grupo me hace bien. Cada vez es como que entro con una bolsa de cemento en la espalda y salgo con una de cal…

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